14. Capilla del Santo Cristo




14. Capilla del Santo Cristo
La Capilla del Santo Cristo, también conocida como la capilla de los Peralta Forcén Bernabeu del Castillo, representa un notable ejemplo arquitectónico ubicado en la base de la torre campanario de la colegiata de Santa María. Su estructura se integra en el hueco inferior de la torre, que sigue un diseño similar al de la iglesia de San Andrés, con una configuración de torre exterior y contratorre interior. Esta última se apoya sobre una casamata de aproximación construida con hiladas de ladrillo, creando un espacio octogonal en su base. Es importante destacar que el acceso a la torre se realiza de manera elevada, por encima de esta casamata.
La historia reciente de la capilla marca un punto de inflexión en 1973, cuando se eliminó su bóveda tabicada original que ocultaba la casamata de ladrillo. Los registros fotográficos anteriores a esta fecha muestran que tanto la bóveda como los ocho muros de la capilla lucían elaboradas yeserías barrocas, y el espacio estaba dominado por un magnífico retablo dieciochesco, caracterizado por sus columnas salomónicas y un cristo crucificado. Durante las obras de consolidación de la Colegiata, el arquitecto restaurador tomó la decisión de eliminar toda la decoración barroca, considerándola incompatible con el origen mudéjar de la torre. Esta intervención incluyó el desmantelamiento del retablo, conservando únicamente la imagen del Cristo crucificado. En la restauración más reciente, ante la imposibilidad de recuperar el aspecto original, se optó por revestir los muros con alabastro.
El acceso a la capilla se realiza a través de un arco de medio punto, situado en la cabecera en el lado de la Epístola, formando parte de una portada que encuentra su reflejo simétrico en la capilla de la Soledad, ubicada en el lado del Evangelio. La decoración de la portada despliega un rico programa ornamental barroco que incluye pilastras corintias, frontones curvos partidos, motivos vegetales, mascarones y cuernos de la abundancia. También destacan los ángeles que sostienen la columna de la flagelación y la Santa Cruz, un pelícano eucarístico y el escudo heráldico de los comitentes, quienes establecieron este espacio como su panteón funerario a partir de 1615, según indica una inscripción.